El Hombre y La Tierra, una misma cosa y las eternas preguntas
¿Las piedras hablan?
“Antes de responder las dudas sobre el origen del Hombre, debemos aprender a ser humanos”
En tiempos que la comunicación (sin remontarnos a la prehistoria) se limitaba a una carta manuscrita, teléfonos con manivela, telégrafos y poco más; ya me preguntaba si las piedras hablaban. Puede sonar a locura o disparate. Seguramente querría descifrar su composición e importancia.
Escribiendo intenté encontrar una respuesta aceptable; o al menos un desahogo. El “ensayo” nacido en plena adolescencia, se publicó en el periódico liceal. Me apena hoy no haber podido conservarlo.
Manuscrito; no eran tiempos de computadora ni móviles; no contaba aún con máquina de escribir, dejé volar la imaginación o lo que la intuición me decía.
Aquel pensamiento, aquella devoción por las piedras, quedó para siempre en mi recuerdo. Permaneció guardada la intención, porque sus conceptos precisos se han volado. La motivación permanece viva y hoy me lo sigo preguntando, con la diferencia de estar más cerca de la contestación. Las piedras han tenido en mí, una fascinación especial. Tanto que tras toda caminata extraño sería no regresar con alguna piedrita en la mano.
¿Qué nos dicen?
Desde la materia deben ser, las que dan forma al alma. Las que manifiestan la transformación constante y el devenir que es la vida misma. Las que nos muestran un camino. Algunas quedan como señales eternas. Ahí estarán para que no te pierdas. Ahí estarán marcando indelebles el paso del tiempo con muestras de los cambios inevitables.
En tiempos de post modernidad, en que se estudia hasta la ínfima partícula, comportamientos… en un viaje futurista de incalculable arribo, las piedras han alcanzado un significado místico. Las culturas indígenas así lo entendieron siempre.
Unos sostienen que aportan energía, otros que son curativas. Podrá ser.
Yo las encuentro bellas y sorprendentes. Siempre me han transmitido paz. Será por ello que de planas ser, allí elijo sentarme para contemplar el paisaje.
También pueden ser destructivas, se me podrá añadir. Ello dependerá de un desastre natural que, puede ser consecuencia de la intervención de la mano del Hombre.
De los grandes acantilados a la piedra más diminuta, todas tienen un encanto que traspasa el lenguaje: “Las palabras no alcanzan”.
No lo sabía, claro, cómo saberlo! A meses de partir definitivamente mi hermano mayor, quedé a cuidado de su perra en ocasión de un viaje suyo.
Paseando con su mascota por la costa encontré una piedra relativamente pequeña con forma de corazón. La recogí y se la deje en su casa para que lo recibiera a su regreso. Hoy esa piedra que decía cuánto lo quería, está conmigo.
Por qué la encontré en ese momento?; ¿por qué la recogí? Tal vez hubo en ella una señal que no supe leer.
¿Las piedras hablan? Sigo creyendo afirmativamente.
Si las imágenes hablan, ¿por qué no las piedras? Si la tierra se manifiesta, ellas están ahí, siendo de ella misma.
En la búsqueda de respuestas llego, (las casualidades no existen) a la palabra de Plácido Nicolás Pauccar Calcina, sacerdote Q`ero o “Chamán” de dicha comunidad ancestral, originaria de Los Inca, ubicada a unos 200 kilómetros de Cuzco, Perú. Su pensamiento indígena me llevó comprender esas preguntas: “Toda la información se queda impregnada en las piedras”. Es como las “mochilas que cargamos por generaciones; genéticas y emocionales”.
Para comprender su dimensión hay que darse cuenta “que somos Tierra, una célula más de la Tierra”.
Plácido, con su voz calma y suave afirma: “Si te das cuenta, empiezas a vivir, si no sólo eres un virus. Si entiendes la Tierra, lo que ella es y quiere, nos podremos comprender. Siempre que la Tierra y la luz sean condiciones para que nosotros existamos; si entendemos eso, entonces podemos ser humanos. Antes no!!
En la Naturaleza está todo. Los Andes guardan conocimientos para quienes puedan comprender lo que la cordillera guarda y entraña. Por su poder el conquistador no logró aniquilar los pueblos originarios.”
“Las piedras seguramente posean una sabiduría ancestral”.
Plácido afirma: “ No sólo las palabras dan las respuestas a las preguntas existencialistas”.
Y lo que en la actualidad, los hechos nos llevan a conceptualizar, este joven Q´ero, único de su comunidad que habla español, convencido añade:
“Nacemos humanos, pero no todos lo somos. Es una condición de quién quiera serlo. Todo es muy simple; pero las palabras no alcanzan.”
Y por qué las piedras, acantilados, montañas tienen un poderoso atractivo a la mirada humana? ¿Cuál es su importancia?
“Nuestro cuerpo matriz, es la Tierra. Ella es nuestra casa. Mientras respetemos eso, todo estará bien. De lo contrario, toda la creación, toda la especie, estará echada a perder.
La Pachamama sólo te pide la conciencia de compartir. El cuerpo humano es la materia más evolucionada que hay. La vida de la Humanidad está estrechamente unida con la vida de la Tierra”.
¿Las piedras hablan? Al parecer en efecto lo hacen. No con palabras; con energía, simbolismos o como una ramificación más de nuestra propio ser y existir.
Palabras recogidas del film “Humano” del Director y guionista Alan Stivelman.
Documental de 2013 que registra a un joven argentino que viaja a los Andes, en busca de la iluminación, para contemplar el origen del hombre y la razón de su existencia.
“Antes de responder las dudas sobre el origen del Hombre, debemos aprender a ser humanos
G.B
Noviembre 2018
Primera Publicación: En "La Mirilla Contenidos".