Cuando Clara acudió a su Médico de cabecera, ya sus fuerzas estaban al más bajo nivel de voluntad. El cansancio era extremo. También su sensibilidad. El sueño le acompaña constantemente e incluso su cuerpo presentaba síntomas gripales sin tener ese cuadro virósico.
Ante su angustioso, agotador estado físico y anímico buscó primeramente posibles razones en el más grande buscador que nos es familiar a todos. Para sorpresa, al saltar de inmediato diversas respuestas, lejos de desecharlas, comprendió que ahí estaba la definición de su problema; del que nunca había escuchado hablar, pero que las explicaciones encuadraban a la perfección de cómo ella se sentía hacía varios años.
Los días transcurrían con enorme esfuerzo; su cuerpo y voluntad no respondían de la misma manera que la identificaban. En el pasado, una mujer trabajadora, responsable, enérgica, amante de la anti rutina, activa; así como sociable.. Pero todo eso había cambiado.
Muchas consultas médicas se sucedieron. Exámenes diversos que buscaban el origen de su estado, al tiempo que la necesidad de descartar cualquier otra enfermedad.
Ya con los ojos muy cansados, ojeras indisimulables, con energías físicas al mínimo… para proseguir acudía diariamente a grandes dosis de café y bebidas colas. Cada mañana resultaba su mayor suplicio levantarse a sus obligaciones como madre y empleada de una importante organización empresarial. Lo lograba a base de tenacidad, aunque su cuerpo decía otra cosa.
Con ese contexto psico-físico llega el día que su Médico de cabecera le espeta sin explicación previa: -”Tu tienes Síndrome de Fatiga Crónica”.
Clara, respiró hondo. Sintió, lejos de alarmarse, o preguntar de qué se trataba, alivio, mucho alivio. Pues ella ya se había “autodiagnosticado” al encontrar información vinculada a su padecimiento. Tomó la mano de su Médico y le dijo: -”Gracias!; por fin llegamos a la causa”. Se de lo que me habla.
”Desde ese instante, sin muchas explicaciones (que hubiesen sido muy necesarias y oportunas) vinieron los medicamentos. Varios y diferentes para los estados colaterales del Síndrome, ya que una medicina específica no existe.
No resultó fácil desde el comienzo. Hubo algún medicamento contraproducente, provocando efectos secundarios como nunca los había sentido. Una vez ajustada la medicina, el cuadro de Clara se fue acomodando, no desapareciendo por completo. He ahí la cuestión. Éste es un Síndrome para siempre; con el que se debe saber vivir, padecer y tener mucha fuerza para sobreponerse. A esta conclusión Clara llegó luego de algunos años.
¿ QUÉ ES EL SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA?
El Síndrome de Fatiga Crónica es un trastorno complejo caracterizado por fatiga extrema que no puede atribuirse a ninguna enfermedad preexistente. La fatiga puede empeorar con la actividad física o mental, pero no mejora con el descanso.
El cansancio, el agotamiento es abrumador e inhabilitante.
Debe destacarse que sobre dicha enfermedad es poco lo que aún se sabe. En distintos países como en Atlanta (Estados Unidos) o Murcia (España) se cumplen experimentos e investigaciones para detectar las causas de la enfermedad y el descubrimiento de un tratamiento específico.
En estas primeras etapas se ha llegado a sostener por parte de algunos médicos investigadores (Murcia) que los virus de la gripe estarían estrechamente ligados a uno de los disparadores de este Síndrome. No parece alejado a la realidad, por cuanto el paciente justamente experimenta una especie de estado gripal sin presentarlo.
Existen muchas teorías, que van de las infecciones virales al estrés psicológico. Algunos expertos creen que el Síndrome de Fatiga Crónica puede desencadenarse por una combinación de factores.
Existen investigadores que opinan que el SFC y la Fibromialgia son dos polos de la misma condición clínica, al coexistir con mucha frecuencia síntomas comunes en las dos entidades, incluidos dolores musculares y en articulaciones.
Es muy importante resaltar que distintas personas con Síndrome de Fatiga Crónica pueden presentar síntomas diferentes. Y los síntomas del síndrome a menudo se parecen mucho a los de otras enfermedades, como la mononucleosis, la enfermedad de Lyme o la depresión. Se considera además que la merma de hormonas del estrés, como el cortisol, puede afectar al sistema inmunitario, siendo otra de las tantas causas que se miran “con lupa” para dar luz a mejores resultados científicos.
Diversas son las “Bibliotecas”. Están también los Psicólogos y fundamentalmente Psicoanalistas que hablan de una forma de neurosis. La depresión o estados depresivos esporádicos u ocasionales integran también el cuadro de esta enfermedad.
LA FATIGA CRÓNICA es un estado que genera fatiga debilitante, inexplicada y persistente; un gran cansancio que puede llegar a ser hasta inhabilitante. No es fácil el diagnóstico y mucho menos su comprensión.
Para quién la sufre puede significar un importante impacto en su vida cotidiana. A ello se suma la incomprensión del entorno familiar y social. ¿Por qué?; básicamente porque parece una enfermedad invisible. Actualmente figura entre las denominadas Enfermedades Raras, reconocidas por la Organización Mundial de la Salud.
Por si fuera poco, los síntomas de este síndrome pueden variar a lo largo del tiempo incluso en un mismo individuo.
Todo esto hace que el tratamiento de esta enfermedad resulte un poco más complicado ya que no hay ninguna medicación ni ningún tratamiento aislado que permita resolver todos sus síntomas.
Más preguntas que respuestas por ahora.
¿QUÉ SIENTE UN PACIENTE CON SFC?
Las personas que aparentemente están expuestas a sufrirlo son aquellas que han tenido recurrentes estados virales, cansancio extremo, estres durante largo tiempo, problemas del sistema inmunitario o problemas hormonales. Cada uno de estos signos no son excluyentes ni únicos.
El SFC no tiene género; lo pueden sufrir tanto hombres como mujeres. Pero son ellas las que más acuden a la consulta médica. La edad promedio de aparición es entre los 40 y 60 años.
Las posibles complicaciones del síndrome de fatiga crónica comprenden:
*Depresión
*Cansancio físico y mental
*Aislamiento social
*Restricciones en el estilo de vida
*Aumento en las ausencias laborales
LO INEXPLICABLE
La Fatiga resulta inexplicable ; puede extenderse por días o meses.
Las personas con Síndrome de Fatiga Crónica están agotadas; su cansancio y falta de energía puede durar meses, sin que haya una causa evidente del mismo. Este tipo de fatiga hace que resulte sumamente difícil levantarse de la cama por la mañana, vestirse e incluso comer. Repercute sobre los estudios, el trabajo y el ocio —incluso sobre actividades de recreación.
El Síndrome no mejora reposando o durmiendo. El paciente debe ser riguroso en su concientización para manejar su estado mental-físico y conocer bien cómo responde su conducta para evitar caer en un estado depresivo y desesperanzador.
Lo peor que familiares y amigos le pueden decir a alguien que padezca el SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA es: -”pero si estás regio”; -”se te ve muy bien”,... -” sólo algo cansado”.
Los entendidos sugieren que los pacientes expliquen a su entorno sobre esta enfermedad que, en verdad no es tan nueva. Llevan 40 años investigando en ella.
La misma Clara, que ha aprendido a convivir con el Síndrome, ha comprobado que lo aconsejable es esperar su desarrollo hasta la superación, con descanso y mucha tranquilidad a su alrededor.
Clara se ha convencido de que ninguna explicación vale para que el SFC sea comprendido socialmente.
Aún es una “cosa rara” que nadie entiende ni comprende.
Quién la sufre, desea fervientemente que existan los menos afectados posibles.
El Síndrome de Fatiga Crónica como lo indica su denominación es crónica, para toda la vida y no “es poca cosa”. Quién lo padece se siente muy mal.
De muestra Fotográfica; Centro Cultural “Los Vilos”; Chile.
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