Cosas de la tecnología que también tiene sus "berrinches".
Desde la nochecita del 16 estoy queriendo publicar lo que sigue.
Digo esto, porque debía ser ayer 16 de diciembre.
Ya te darás cuenta la razón.
Veamos ahora, si es cosa de "miércoles" y finalmente puedo honrar a uno de los genios de la música universal que, al menos en mí despierta una pasión y emoción intensa escuchar
Un día como hoy en Bonn, Alemania, pero de 1770 nacía Ludwig van Beethoven.
Todo estaba programado en Alemania para celebrar este magno acontecimiento. Personalmente tenía la ilusión de vivirlo directamente; in situ. Desde el año pasado Alemania venía programando varios conciertos y actividades para homenajearlo. El Programa era una tentación.
Una maldita Pandemia nos ha aislado; pero siempre podremos maravillarnos con la inmensidad de la obra del célebre compositor.
Beethoven elevó la música a una forma de arte. Sublime. Grandiosa.
"Un compositor de imponderable imaginación, pasión y poder, se formó durante una época de agitación política marcada por las Guerras Napoleónicas".*
Su sufrimiento y penurias familiares no obstaculizaron el desarrollo de su creación que, insensantemente escuchaba en su mente. Él mismo lo manifiesta en la carta dejada a sus dos hermanos en 1802 en la localidad de Heiligenstadt, donde había ido para recuperar la salud.
En el documento conocido como el Testamento de Heiligenstadt él expuso toda su alma y sus pensamientos más profundos, abordando cómo lo asediaba la sordera y cómo eso explicaba su comportamiento errático.
"... hace casi seis años he sido golpeado por un mal pernicioso que médicos incapaces han agravado" escribió, detallando como se ha visto obligado a aislarse, a "vivir lejos del mundo, en solitario".
"Debo vivir como un proscrito. Si me acerco a la gente, me atenaza en seguida una angustia terrible: la de exponerme a que adviertan mi estado".
Ah, ¿cómo podría aceptar una enfermedad en el único de los sentidos que, en mi caso, debe ser más perfecto que los otros, un sentido que antes poseía en la más alta perfección, una perfección como pocos en mi profesión han gozado? Oh, no puedo hacerlo, y por ello os pido que me perdonéis cuando veis que me retiro, pese a que hubiera estado encantado de unirme a vosotros. Y mi desgracia es doblemente dolorosa porque estoy destinado a ser mal comprendido: no puedo sentirme relajado con mis semejantes, no puedo asistir a cultas conversaciones, no puedo participar en el mutuo intercambio de ideas. Solo, completamente solo, no entro en la vida hasta que me lo exige una necesidad imperiosa; y debo vivir como un proscrito. Si me acerco a una tertulia, el miedo de que puedan advertir mi estado me sobrecoge con una angustia espantosa. […]”
“Sólo mi arte me ha detenido. Oh, me parecía imposible dejar este mundo antes de haber creado todo aquello que soy capaz de crear; por ello he decidido prolongar esta miserable existencia, en verdad miserable para un cuerpo tan sensible que cualquier cambio súbito puede precipitarlo del mejor al peor de los estados. […]”
Y luego agregó:
“¡Con qué tristeza me despido de ti, Heiglnstadt* [sic], con qué tristeza! La amable esperanza de cura que aquí me trajo, o al menos de alivio, debe morir del todo. De igual manera que las hojas del otoño caen y se marchitan, mi ilusión se me ha secado. Me voy casi como vine. El mismo esforzado valor que a menudo me socorría en los días bellos del estío se ha desvanecido del todo ¡Dios mío, concédeme, por una sola vez, un día de alegría! ¡Hace tanto tiempo que el profundo eco de la alegría verdadera me es desconocido! ¡Oh, cuándo, Señor, cuándo podría yo oírlo en el Templo de la naturaleza y de los hombres. ¿Nunca? ¡No! Esto sería demasiado cruel.”
Beethoven continuó componiendo eligiendo por excelencia al piano. Para ello, se valió de la ayuda de diversos dispositivos que le mejoraba la audición y así escuchar su música amplificando el sonido. Genio hasta para recurrir a una solución a su sordera. Compuso de acuerdo a su homologación 138 obras. Luego de su muerte fueron publicadas como suyas otras 205 más.
Su obra, su música es conmovedora, estremecedora.
En mí produce elevación de espíritu y energía. Siento la pasión y me es absolutamente imprescindible escucharle.
No en vano compuso una "oda a la alegría".
* Localidad ubicada en los alrededores de Viena.
Fuentes:
* William Márquez, BBC News Mundo.
Biblioteca y colección personal.
16 diciembre 1770 - 26 marzo 1827
Hola Graciela eres casi compatriota Dejé mi Buenos Aires por Miami
ResponderEliminarMe ha encantado leerte cosas que no sabía
me gusta lo que sale cuando juegas con el teclado ,palabras maravillosas un abrazo desde Miami
Y personalmente te agradezco mucho no sólo que llegues hasta aquí, sino que te atraiga lo que escribo. Es otra de mis pasiones. Dada la fecha solemne evité ahondar en la sufrida vida de Beethoven. Elegí su testimonio y lo que su obra representa. Habría mucho para escribir. También su propia vida es conmovedora.
EliminarMe gustaría señalar que "no juego con el teclado". Por el contrario, cuido cada palabra, ojalá en el acierto!. La palabra es una herramienta de poderosa. Entiendo que lo dices en forma metafórica; desde ese lugar está bonito.
Recibe un cordial saludo ("sin nombre"); desde las costas uruguayas hasta la Florida!!
Y personalmente te agradezco mucho no sólo que llegues hasta aquí, sino que te atraiga lo que escribo. Es otra de mis pasiones. Dada la fecha solemne evité ahondar en la sufrida vida de Beethoven. Elegí su testimonio y lo que su obra representa. Habría mucho para escribir. También su propia vida es conmovedora.
EliminarMe gustaría señalar que "no juego con el teclado". Por el contrario, cuido cada palabra, ojalá en el acierto!. La palabra es una herramienta de poderosa. Entiendo que lo dices en forma metafórica; desde ese lugar está bonito.
Recibe un cordial saludo ("sin nombre"); desde las costas uruguayas hasta la Florida!!
Siempre es un gustazo immenso escucharlo.
ResponderEliminarGracias por recordarlo.
Escucha hermano la canción de la alegría
El canto alegre del que espera un nuevo día.
Ven canta, sueña cantando Vive soñando el nuevo sol
En que los hombres volverán a ser hermanos....
Cuídate.
Un abrazo.
Querida Laura; siempre reconforta cuando la comunicación logra su propósito; ida y vuelta dando merecido significado a lo expresado. Lo has hecho inmejorablemente; tus palabras y oportuna cita enriquece la publicación. Te lo agradezco profundamente!
EliminarComo nunca necesitamos "del otro"; saber que el prójimo es un hermano; y más que nunca nos hace bien la canción de la alegría...la puedo escuchar en mi oído...
Abrazo.