DESPUÉS
Las flores no se marchitan.Nacen otras.El día no termina.Llega la noche.El sol no se va.Acaricia la luna.Se iluminan rostros.El viento hace hojas.Las olas caracoles, piedra y energía.Las estrellas miran al infinito.La voz a la canción.La pregunta se hace respuesta.El afecto trae un abrazo;dar y recibir.Ser y estar.Vivir.Siempre vivir!
Fresco y sencillo.
Lo que quiero dejar aquí es el vaivén de contrarios que conforma el existir.
Años atrás decía que era una "existencialista en extinción"; ahora ya ni eso. De todos modos se nos permite rescatar los acentos que dan el sentido de las cosas y de nosotros mismos.
Nuestro tiempo creo, sea el ejemplo histórico de las mayores paradojas que la historia de la Humanidad pueda dejarnos. Apostar por la vida, sin dejar de lado lo oscuro y triste que vemos a diario es y deberá ser un imperativo de nuestra esencia como especie. La supervivencia aún en las mayores penumbras es el gran sentido de la vida; ser útil y bueno un mandato de los corazones.
Claro que esto parece una utopía! O tal vez una inocencia. Pero quiero seguir creyendo que se puede.
Hoy he visto un film del director de cine iraní Abbas Kiarostami , fallecido en Francia en julio del 2016 a la edad de 76 años. Galardonada con la Palma de Oro en 1997; "El sabor de las cerezas", se suma a una extensa filmografía y lo consagra dentro de la comunidad cinematográfica mundial. Durante todo el film corrían naturalmente mis reflexiones sobre nosotros, los humanos. Desde la razón a la locura, de la esperanza a la decepción, de la manipulación a negarse a ser controlado, de la desesperanza a la palabra sensata que puede salvar una mente perdida...un viaje por el destino. "Una road movie" espiritual por dónde se le mire!
"El sabor de las cerezas" me tuvo durante hora y media concentrada en ese hombre que lo único que quiere y busca, es suicidarse. Lees esto y te preguntarás: Cómo puede gustarme esta película? He ahí la magia del maestro Kiarostami. Captura el milagro y el misterio de la vida cotidiana desde la más llana humildad. Durante su recorrido, en una paisaje que es una alegoría misma, siempre con suspenso por lo que podrá venir, con diálogos nada encasillados ni costumbristas, medita sobre la mortalidad, Y cuando ya podríamos creer que el protagonista finalmente cumplirá su deseo, el director sorprende magistralmente. Es que el cine es eso; cámara en mano y lenguaje audiovisual.
Tras mirar y concentrarme en esta realización (cine puro), vine a vuestro encuentro.
Necesitaba decir que hay un "después"; también un ahora y un mañana. Porque así como el film es un poema cinematográfico, la vida también lo puede ser.
Metafísica pura!
https://youtu.be/XDSQLTtGZE0
G.B
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