Buscar este blog

domingo, 3 de noviembre de 2024

UNA EXPRESIÓN DE LO BELLO.

 


Una vez más recurro a la Filosofía.

Byung-Chul Han confiesa que piensa y escribe rodeado de flores; flores que lo protegen ya que sin ellas, dice, no poder pensar.

En"Loa a la Tierra; un viaje al jardín" sostiene que cuando trabaja la tierra lo hace feliz. La tierra es sagrada, hermosa, afirma. Quizás sea sinónimo de esa felicidad que cada día se nos aleja más.

Este punto me recuerda una larga y amena charla mantenida en los años 70 con Joan Manuel Serrat en Montevideo. El asunto de la tierra surgió a partir de su canción "Pueblo blanco". Serrat me sostuvo con mucha convicción que no existía algo más puro y genuino que el barro. Nunca mas olvidé eso. Fue durante mis primeros años en el Periodismo. Confieso que me sentí tan afortunada conversar con el canta autor catalán con un vinito mediante y un largo reportaje para la radio donde trabajaba. Más afortunada (eran otros tiempos; hoy eso es impensable) fui invitada por él mismo a que le acompañara a su recital. Y allá fuimos juntos; llegando al teatro con el venerado Joan Manuel, hoy premio "Princesa de Asturias". 

Ir a "Ver en Youtube"
"Colgado de un barranco duerme mi pueblo blanco..."

https://youtu.be/8zCK_bAUhpw?si=AGsHNlzspYu1kIqQ

El presente tiempo histórico nos aleja de la tierra y vamos yendo (aunque se resista) hacia el mundo digital, a la realidad virtual. Soy consciente que no todos coincidirán conmigo. Felizmente en lo personal puedo convivir en los dos planos. No me alejo de lo terrenal y no niego las virtudes de la digitalización. Entre tantas cosas, por eso estamos aquí


En plena tarea de jardinería

Han dice que "en su jardín siente una paz trascendente, majestuosa". "Dios le ha dado las flores al ser humano para frenar en algo su irrefrenable violencia".

"El trabajo en el jardín es una meditación silenciosa, es demorarse en el tiempo".

"En el jardín descansamos del trajín de la vida". Nos encontramos con nosotros mismos.
Con el jardín el tiempo se percibe distinto. Contiene más mundo que una pantalla; también la huerta*. Cada planta tiene su propio tiempo fuera del control humano.


El jardín aleja del ego, reclama "mi asistencia" afirma el filósofo; pide mi preocupación: "El jardín se ha convertido en un lugar de amor".


La tierra es magia, enigma, misterio.
Hay que devolverle su esencia.

(Mientras escribía, los pensamientos de todos los desastres que venimos viendo y millones viviendo, no se alejaban de mi mente)

Pero es el ser humano por su sentido de supervivencia el único que se proyecta y sabe de resiliencia.

Porque sentido tienen las cosas: hoy me he ocupado de aromas y colores. Un jardín es un mundo aparte y sus flores la transmisión de vida y sentimientos.

Una expresión de la belleza.



* Recordé la dedicación y amor de Laura y Paco a su huerta en Béjar, en la provincia de Salamanca.
g.b
DD.RR
3/11/24