En dos meses recorrí miles de kilómetros como no hago en un año en mi país.
Desde la última publicación dedicada a Mafalda he estado ausente por varios motivos. Uno de ellos es la realización de largas travesías por Europa; además de un problema de salud nada sub estimable.
Me propuse un desafío importante ya que la juventud ya se ha alejado de mi.
Agradezco haberlo concretado.
El cambio en el mundo es notorio y así lo pude comprobar. Marcadas diferencias pude vivenciar en relación a anteriores estadías. Tal vez, la multiculturalidad y el masivo turismo en las grandes capitales deba ser lo más destacado; sin dejar de mencionar el caos que resulta hoy viajar en las líneas aéreas. Los Aeropuertos son otras ciudades en sí mismas, los cuales exigen largas caminatas, traslados internos y esperas, incluyendo los exigentes y engorrosos trámites migratorios. Se requiere de energía y paciencia.
Conocer países y otras culturas, siempre con sus diferencias, hace al enriquecimiento personal.
Confirma o modifica concepciones o ideas que a lo lejos vamos entretejiendo.
Siempre he creído que los uruguayos sentimos una profunda necesidad de visitar las tierras europeas, sobre todo Italia y España por tener genes de dichas tierras. Nuestros ancestros cruzaron el Océano Atlántico en el Siglo XIX llegando con "sus harapos" a Montevideo a forjar su nuevo destino y vida.
El ser nostalgioso y el deseo de cruzar los cielos creo que está íntimamente emparentado con esa melancolía (no asumida) y el espíritu viajero que nos caracteriza.
En primer término, la travesía me llevó a cumplir un sueño que me acompañaba desde que tengo memoria: visitar los países escandinavos.
Septiembre, mes otoñal en esa región del mundo, me encontró por Noruega, Finlandia, Suecia y Dinamarca.Aquí, por tratarse de un Blog, donde se vuelcan vivencias personales, nos comunicamos con "amigos blogueros" creo que sólo cabe comentarles mi admiración por esos escenarios. La historia y referencias serán conocidas por vosotros.
Qué decir de estos lejanos (para nosotros) países nórdicos? Me detengo en destacar su belleza, amor por el medio ambiente, cuidado de la naturaleza, educación, amabilidad, cordialidad, y donde todo funciona a la perfección.
"La frialdad de los nórdicos" es un estigma. Es un concepto pre concebido tal vez por su ponderación y madurez social. Poco demostrativos, pero eso no invalida su cordialidad.
Funcionario ferroviario en Flam respondiendo a mi saludo de adiós, tras visitar el Fiordo al cual se llega únicamente a través de un tren; el Tren de Flam, inaugurado en 1940 como una hazaña de la ingeniería para la época.
Es visible la importancia dada a la familia. Escenas en las ciudades de padres con sus hijos reflejan armonía y la responsabilidad de su cuidado. Dicho esto, parece una obviedad. Lamentablemente somos conscientes que ello no es lo que vemos en otros sitios del mundo.
Los paisajes son un privilegio que la naturaleza les ha otorgado. No dan los sentidos para abarcar tanta maravilla!
En viaje hacia los Fiordos noruegos.
Lo que más me atrapó y confieso que es el ingrediente por el cual viviría allí, es el respeto entre las personas y la suavidad en que funciona el diario vivir. El silencio los distingue. Transporte público y privado eléctrico. El ruido es casi inexistente. Los ciudadanos hablan en voz baja. Comer en un restaurante equivale a poder conversar animadamente porque nadie se superpone, ni nadie conversa en alta voz.
Para quiénes visitamos estos países de culturas como la río platense (Uruguay y Argentina) o Brasil, la diferencia es marcada.
No resiste la mínima duda el nivel de salud que brinda vivir en un ambiente de sosiego y respeto por el otro. Las reglas se cumplen; están incorporadas en su idiosincracia.
No en balde Finlandia se precia de ser el país con el mejor índice de Educación del mundo y junto con el resto de los países escandinavos, ser los más felices del mundo. Doy fe de ello. Lo ví; lo sentí. El descanso mental que allí se experimenta es intransferible.
La educación en Finlandia es gratuita a tiempo completo para los estudiantes y esta gratuidad incluye la asistencia sanitaria y el comedor (al igual que en nuestro país, Uruguay). Se basa en competencias transversales y se enfoca en el desarrollo de habilidades como la responsabilidad, la comunicación y el trabajo en equipo. Según las pruebas PISA los alumnos finlandeses de 15 años figuraban en el primer lugar del ranking mundial en cuanto a competencias lingüísticas y científicas.
No puedo dejar de mencionar el nivel educativo noruego. Visitar la famosa y moderna Biblioteca de Oslo (estaba en mis planes como ineludible) constituyó una vivencia sobresaliente. A la obra arquitectónica, hoy un emblema de la capital noruega, el encuentro con los estudiantes haciendo uso de sus instalaciones superó mis expectativas. Magistral!
Esa imagen que perdurará en mi memoria, explica por sí sola a lo que me estoy refiriendo en estas líneas: la Educación es el pilar del desarrollo. Ni más ni menos.
Biblioteca de la capital noruega. Se encuentra cercana a la emblemática Ópera de Oslo (otro capítulo a posteriori)Cientos de jóvenes estudian, utilizan sus ordenadores y consultan el abundante material de la institución. Un dato distintivo: está permitido comer en sus instalaciones.
Ahora sólo me resta, participarles algunas de las imágenes de la visita.
Si gustan puedo continuar en siguientes publicaciones entregándoles más material visual.
Cada lugar da pie a la exclamación: "Qué divino"; "qué belleza"!
Uno de los momentos más emotivos en medio de la grandiosidad de la naturaleza: los Fiordos noruegos en Flam:
Fiordo en Flam; Noruega.
No es una utopía ni un "truco". Es real. Tan sorprendente y conmovedor como lo ves.
g.b
DD.RR













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