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domingo, 29 de diciembre de 2019

SALUD 2020!!

SALUD 2020!!

Nuestro país, la República Oriental del Uruguay aguarda como el resto del mundo, un nuevo año; pero con la diferencia de que este pequeño país de Sudamérica, politizado como pocos y amante del fútbol, casi como una religión, espera con expectación el nuevo Gobierno que asumirá el próximo 1 de marzo. Así entonces será para los uruguayos un 2020 que estará bajo lupa.
Estamos orgullosos de nuestro civismo. De la pulcritud electoral. Estamos orgullosos de ser casi una exclusividad de país sin manifestaciones ni luchas intestinas. No es que no existan dificultades ni problemas. Las hay y de importancia. Pero así de manso es este pueblo.
No voy aquí a calificar ni juzgar si eso es bueno o no tan bueno. Sí destaco esa percepción.
No lo digo como originalidad; lo dice la historia.
Tal vez porque venimos de esa Patria grande construida entre inmigrantes y gauchos; europeos y criollos. Venimos de aquellos tiempos en que la abundancia era la marca y nada merecía esfuerzo.
"Porque así es, nomas"! "Para que sacrificarse! Exclamaciones, con excepciones como confirma la regla, que definen una identidad. Una identidad grabada con mate y asado que ni la globalización ha podido desdibujar.
Fútbol, política, mate y el asado del domingo y días festivos, es para el uruguayo medio, la oración de su razón de ser.
Se va 2019 que se vivió a pura política. Todos los comensales sabían o se crían expertos en ciencia política. Finalmente, más allá de las encuestas, cuestionadas o valoradas, pero siempre atendibles, la intuición ciudadana pudo más! El nuevo Presidente elegido por los uruguayos gracias a la unión de todos los partidos políticos de la oposición resultó quien se pronosticaba: Luis Lacalle POU, el mandatario más joven de las últimas décadas.
El oficialismo se convierte en oposición  desde el primero de marzo, tras gobernar durante 15 años. Desprolijidades varias, fallida comunicación, actos de corrupcion, soberbia para no reconocer errores, terquedad y competencias políticas internas creando "chacritas" convirtieron un auspicioso proyecto político en una desilusión para la mitad de un país. La otra mitad supo comprender los logros alcanzados, fundamentalmente en el área social.
Nada es para siempre.
Así llegamos a un nuevo año, en un Uruguay que merece por sobre todas las cosas mejorar su convivencia, educación y seguridad ciudadana.
Aún en la adversidad o desconformidad de sectores de nuestra sociedad seamos francos en apreciar las bondades de nuestro país; un Uruguay que se esfuerza por seguir marcando la diferencia. Un país que supo ser definido como "La Suiza de América".
Bienvenido nuevo año!!; que lo deberes sean hechos como es debido!!


  Graciela Bacino

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