“La palabra muestra una parte de esa verdad”
Claudia Amengual (Montevideo, 1969)
Escribe desde su más profunda sensibilidad y desde la perspectiva humanista, comprendiendo las diferentes manifestaciones, rasgos, carácter y conductas de los individuos.
Hombres y mujeres de la realidad son tomados para abordar una temática histórica, o seres de ficción que bien puede cada lector identificar con sigo mismo.
La fluidez del relato y las historias noveladas, no ajenas al suspenso o vuelta de tuerca, han hecho de esta joven escritora uruguaya, premiada y reconocida, una “pluma” indispensable a la hora de elegir Literatura de calidad.
Su obra recorre facetas entre lo montevideano, latinoamericano y europeo; entre la esperanza y el dolor, sin ambigüedades mira el mundo que nos rodea y apuesta a elevar el sentido de la vida.
La exquisitez la distingue. No sólo en su obra; también en lo personal.
Hablar con Claudia Amengual para encarar una entrevista es como un viaje en la filosofía de la vida acompañado de aromas calmas y un dúctil sentido de la armonía. Su voz suave, su mirada dulce e inteligente, su calidez, la confiesan un alma generosa, empática, pero también conocedora de poner el límite con firmeza de carácter.
Tal vez por ello, junto con su valor literario, el poder de convocatoria en cada lanzamiento de sus obras, se haga a sala completa.
“El lugar inalcanzable”, su nueva obra
Este mayo del 2018 una nueva novela dio a luz: “El lugar inalcanzable”. Decenas de invitados colmaron la sala de eventos de la Alianza Francesa de Montevideo. París era también protagonista de la trama al igual que Villa Carlos Paz, Argentina.
“El lugar inalcanzable” alterna tiempos y sitios. La verdad sobre nosotros mismos funciona casi como hilo conductor.
La novela nos deriva a varias preguntas. Reflexiones que nosotros mismos nos hacemos y que la escritora nos da luz con precisa y atendible lucidez. Para cada una la autora tiene la respuesta inestimable, la certeza de sus convicciones y miradas hacia lejanos horizontes que no hacen más que enriquecer su relato, ponderar el nivel literario con estilo, imaginación y elegancia.
1. ¿Qué lugar ocupa hoy, en este mundo tecnificado, de redes e inteligencia artificial (AI) la Literatura, y en especial la Novela?
Es el único espacio libre de traición y engaño. Porque es el único espacio donde todas las mentiras son verdaderas. El autor propone un pacto ficcional al lector. El lector lo acepta. Ingresa a un texto donde sabe que todo es obra de la creación del autor y no es la realidad, aunque se parezca a ella. Dentro de ese mundo, todo es auténtico. En un mundo de posverdad, de información en exceso, de noticias falsas que se mezclan con las verdaderas, de impunidad salvaje en las redes sociales, de brutal aislamiento a pesar de estar híperconectados, en este mundo, la ficción es un refugio.
2. ¿Existe un lugar inalcanzable?
La verdad es un lugar inalcanzable. Existe, pero nunca llegamos a ella. Solo podemos aspirar a acercarnos a través de los relatos con que la vamos narrando. Las palabras son insuficientes y muestran una parte de esa verdad. Es en la suma de los relatos donde la verdad se encuentra. Sin embargo, necesitamos de algunas certezas para estabilizarnos y no ir a los tumbos por la vida. Por eso nos convencemos de que nuestro relato es la verdad y actuamos conforme a ella. Quizá la actitud más sana sería mantener una duda razonable. Ser menos rígidos, menos dogmáticos, más piadosos con los demás y con nosotros.
“El aturdimiento de la noche anterior todavía zumbaba en las cabezas. Alguien había pedido que bajaran el volumen de la música. Y es que hay horas que piden silencio. Flotaba en el aire la molicie dulce que sigue al despertar y antecede la voluntad firme de construirse un buen día. Un día que, por otra parte, no era cualquiera. Era el primero de aquel año y, por tanto, marcaba el trazo, ponía el listón, sentaba un precedente simbólico del ciclo que todos deseaban transitar. Si aquel día era bueno, ¿por qué no habrían de serlo los restantes? Una esperanza recorría el lugar y todo era optimismo en la hostería·”
(Cita: “El lugar inalcanzable”. Ref. Villa Carlos Paz, Argentina)
3. ¿Qué buscas cuando escribes un relato? En este caso, ¿cuál fue tu propósito?
Casi todos mis textos parten de alguna pregunta. Escribo para reflexionar y para entender. También para sanar. En El lugar inalcanzable me pregunté acerca de cuánto conocemos nuestra capacidad de odiar, si es que aceptamos que esa capacidad está en nuestro interior. Y me pregunté por esos relatos que construyen mi verdad y definen quién soy. Pero, realmente, ¿sé quién soy? ¿O son solo relatos que me hago acerca de mí?
4. ¿Por qué París?
Porque es una ciudad fascinante que ejerce su poder de seducción desde su imbatible belleza. Incluso en el contexto de la ocupación nazi durante la Segunda Guerra, París mantuvo su valor simbólico en tanto corazón de la cultura de Occidente. Y porque, cuando me trasladé a París hace unos años para completar mi investigación sobre Susana Soca ―la escritora y mecenas uruguaya que vivió allí durante la ocupación―, recopilé una buena cantidad de información que me ofrecía el marco ideal para ambientar mi novela.
5. ¿Qué rol juega el tiempo y la verdad en tu novela?
El tiempo es el gran tema, y quizá el único, siempre. Todo lo que hacemos se da en una línea de tiempo. Construimos nuestra vida desde el futuro hacia el presente. Nos proyectamos en algún punto de ese futuro donde colocamos la probabilidad de nuestra muerte. Y, de acuerdo con ese cálculo, organizamos nuestra vida. Estudiamos, trabajamos, formamos o no familia, intentamos cumplir nuestros sueños. Pero sabemos que no dominamos el tiempo. Que esa línea puede cortarse en cualquier momento y dejar trunco nuestro proyecto. Eso genera angustia.
6. ¿Y la fantasía?
La fantasía es una herramienta que viene en auxilio de la creación, la nutre, la enriquece, la aleja de lo autobiográfico y nos protege al no exponernos en exceso. Pero no hay que engañarse. Los escritores siempre escribimos desde la realidad que nos preocupa y desde quienes somos. Cuando el escritor crea se apoya en la realidad y la transforma con la fantasía. Esas máscaras de la ficción, esa posibilidad de crear es como jugar un poco a ser Dios.
7. Se te ha catalogado como una novelista sencilla, clara, transparente. ¿Cómo tomas esa calificación o definición?
Me encanta y cada vez quiero ser más sencilla. Como escritora y como persona. La sencillez no es simpleza, es elegancia de estilo. Se puede ser sencillo y, a la vez, profundo y complejo. Es acercarse a esa utopía de cerrar la brecha entre las palabras y las emociones y sentimientos. Cuanto más acertadas las palabras, más sencilla la expresión. A eso tiendo.
8. ¿Un escritor nace o se hace?
Supongo que habrá algo de aptitud innata, como para ser bailarín de ballet o artesano. Pero de nada sirve esa aptitud si no se afina con disciplina y trabajo. Para escribir alcanza con estar alfabetizado. Ser escritor es un arte, un oficio y una profesión. Sobre todo, una actitud ante la vida. Y una responsabilidad ante los lectores.
9. La sensibilidad, esa compañera, no siempre fácil de llevar, ¿cómo vive contigo? ¿Que le dirías a quiénes con ella habitan?
La sensibilidad es una forma de procesar los estímulos externos. Y no es homogénea. Se puede tener una sensibilidad exacerbada o exquisita con respecto a ciertos asuntos y una sensibilidad escasa o nula con respecto a otros. Un creador descubre que los estímulos lo afectan y que puede transformarlos en arte. Entonces se entrena para eso y afina su sensibilidad. A veces duele y quisiera olvidarse un poco de ella.
10. ¿La post modernidad exige al escritor una adecuación de estilo y contenido?
No lo creo. El estilo es el creador, es decir, la persona. Y es desde la persona que se definen las formas y los contenidos. Las circunstancias exteriores influyen y afectan al creador, pero la verdadera rebeldía consiste no en nadar con la corriente sino contra ella cuando uno siente que vale la pena esa resistencia. No se puede vivir fuera del tiempo que a uno le ha tocado, pero se puede ser crítico con él.
11. En un mundo “clonado” y a la vez individualista, narcisista, hedonista, ¿dónde ubicas las emociones?
Siempre están presentes, aunque intentemos sofocarlas con una pretendida indiferencia. Y en algún momento obligan a rendirles cuentas. Podemos ir por la vida con frialdad, incluso con falta de empatía, pero no podemos escapar de nuestra esencia humana que necesita y reclama afecto, aceptación, compañía. En el fondo, seguimos siendo los mismos animalitos asustados de siempre.
12. ¿Aún hay lugar para la esencia, para la verdad?
La necesitamos para ser personas. Y vamos toda la vida tras ella, incluso sin darnos cuenta. Es posible que para los creyentes, esa verdad sea Dios.
Ante la cita y referencia a Juan Carlos Onetti en la presenta novela:
13. ¿Por qué Onetti?
Porque escribió una de las máximas más sabias que haya leído y que elegí como epígrafe de esta novela: “… hay varias maneras de mentir, pero la más repugnante de todas es decir la verdad, toda la verdad, ocultando el alma de los hechos”.
14. ¿Te sientes montevideana o hija del mundo?
Soy una uruguaya, montevideana, que adora viajar por el mundo y más adora volver a su país.
15. Escribir y publicar debe ser un arduo trabajo, aún hecho con amor. ¿Cómo vives cada “criatura que das a nacer”, cada nuevo libro?
Es un viaje hacia el interior, primero. Y la elaboración de lo que uno encuentra allí, después. Es el enriquecimiento con lo que provee la realidad y, sobre todo, es plantearse preguntas y planteárselas al lector. Y luego es trabajo, trabajo, trabajo y más trabajo, peleándose y abrazándose con las palabras. Publicar es dar por terminado ese proceso y entregar el producto de ese esfuerzo a lector para que lo transforme en literatura. Alegra, alivia, da pudor y algo de miedo.
16. ¿Y este último?
Este último acaba de nacer y recién da sus primeros pasos. Aún faltan las cartas de los lectores, los comentarios que me devuelven mi libro convertido en miles de libros nuevos. Recién estoy saliendo de ese mundo que creé entre Villa Carlos Paz y París. Todavía estoy un poco inmersa en él. Hasta que los lectores no cierren el proceso, no puedo salirme del todo. Luego pasará un buen tiempo hasta que esté pronta para crear un mundo nuevo. O quizá no. Es imposible saber si seguiré escribiendo.
17. ¿Una verdad que nunca quieras que olvidemos?
Cada vez tengo menos certezas. Apenas un par de convicciones fuertes y, guiada por ellas, me muevo. Pero… ¿verdades?, no. Verdades no tengo.
**** Bibliografía:
- El lugar inalcanzable, (2018, Novela)
- Viajar y escribir: nueve destinos que inspiran, 2017 (ensayo)
- Una mirada al periodismo cultural: Jaime Clara y “Sábado Sarandí”, 2016 (ensayo)
- Cartagena 2015 (novela)
- El rap de la morgue y otros cuentos, 2013 (cuentos)
- Rara avis. Vida y obra de Susana Soca, 2012 (ensayo)
- Falsas ventanas, 2011 (novela)
- Nobleza obliga, 2010 (columnas periodísticas en la revista Galería)
- Más que una sombra, 2007 (novela)
- Desde las cenizas, 2005 (novela)
- El vendedor de escobas, 2002 (novela)
- La rosa de Jericó, 2000 (novela)
Graciela Bacino.
Entrevista realizada en 2018 en oportunidad del lanzamiento de su última novela, realizada y publicada para www.lamirillacontenidos.com; sitio en el cual colaboré oportunamente.
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