Oh Pachamama querida! Si cada criatura que te habita comprendiera que sin ti no hay vida posible!
Un 65%,75% de nuestro cuerpo es agua.
Cerca del 70% de la superficie del planeta está cubierta de agua.
Las preguntas son mi esencia. Dediqué más de treinta años al Periodismo en radio y televisión. La Comunicación hace al entendimiento entre las personas. La Información es también conocimiento y fuente de valores cuando se procesa con ética y honestidad. Con lenguaje llano me gusta llegar al interlocutor. Cuando la inspiración llega doy descanso a la realidad y me sumerjo en un espacio espiritual como es escribir poesía. No me considero escritora y menos poeta. Escribo, desde que tengo memoria.
Oh Pachamama querida! Si cada criatura que te habita comprendiera que sin ti no hay vida posible!
Un 65%,75% de nuestro cuerpo es agua.
Cerca del 70% de la superficie del planeta está cubierta de agua.
Globalmente estamos viviendo una tragedia humanitaria provocada por un "enemigo muy poderoso e inteligente". Frente a tales circunstancias, el ser humano adopta disímiles actitudes como libre pensador que es. Ante determinadas conductas, manifestaciones, reacciones, ayer me preguntaba: Qué nos pasa?
Qué nos pasa para no ver la cruda realidad?
Y también me ocupaba sobre la preocupación de no visualizar en mi país (Uruguay) medidas sociales preventivas concretas.
Peco de injusta si no reconociera que las autoridades gubernamentales uruguayas han implementado algunas de ellas, sobre todo para paliar los efectos económicos en ciudadanos y empresas afectadas. Igual así, ha aumentado el número de personas en situación de calle y hay alrededor de 100 mil desocupados.
Uruguay con un Estado benefactor histórico puede permitirse la adopción de medidas de salvataje; está en la esencia de nuestro país. Personalmente considero una bendición haber nacido en esta tierra; un pedacito en el mapa entre nuestros dos vecinos gigantes conformado en su mayoría con inmigrantes europeos. Una nación fuerte institucionalmente (salvo en los años duros de Dictadura; (1973 -1985).
Ningún alma humana de este país queda desprotegido; aunque siempre habrá cosas para mejorar y modificar. Obvio decirlo.
En este momento la cuestión es la movilidad y el famoso concepto de "libertad responsable" acuñada por el Presidente Luis Alberto Lacalle Pou.
Él es el primer Mandatario más joven que recuerde. El destino le tocó enfrentar la difícil presente situación. Llevar el timón de una Pandemia que al día de hoy se ha cobrado más de mil vidas en un país demográficamente pobre, es además del triste desenlace individual de las personas que mueren, un desastre desde todo punto de vista.
Cuidarse es un imperativo. Evitar los contagios solo es posible evitando la movilidad al máximo sin mantener intercambios con diferente burbujas. Lo han explicado y lo hemos aprendido de memoria. Pero no todos lo han tomado al pie de la letra.
Ayer me preguntaba Qué nos pasa?; me preguntaba con otras palabras, si acaso veíamos pasar el dolor como una anécdota, como un dato o una cifra. Como muy bien manifiesta una de mis seguidoras (Lucía, desde Ushuaia) "hemos naturalizado las cifras"... Entonces lo que he planteado a nivel del efecto de la Comunicación no es errado. En algo se está fallando.
Es en este punto que hoy me detengo.
Luego de escribir ayer mi publicación; horas después encuentro en diferentes Medios de Prensa del país declaraciones de reconocidos Académicos (Integrantes del GACH; Grupo Asesor Científico Honorario para el Gobierno uruguayo) que iban en la misma dirección planteada. Debo confesar que sentí gran gratificación de no estar tan errada. El encierro no ha deteriorado la razón ni mis neuronas.
En un Foro vía Zoom en la Universidad de la República (UDELAR) nuestra máxima casa de estudios dio a conocer su postura:
Fotografía de Internet.
Uruguay.
Sorprendente.
Ahora, como hipnotizados por "los colores de la pantalla" una importante dimensión humana de nuestro planeta reclama esparcimiento, diversión, turismo que, en tiempos normales es legítimo; pero cuando los sistemas de salud despiden miles de muertos por día, el hambre aumenta, el aislamiento puede llevar a otra pandemia psicológica, los "viejitos están solos o se mueren", los niños no pueden ir a la escuela ni estar con sus pares, se pierden fuentes de trabajo; etc.; cabe preguntarse: Qué nos pasa?
Qué nos pasa?; para no ver la tragedia humanitaria que estamos viviendo.
Me lo vengo preguntando. Estos apuntes ya vienen de anterior publicación. Ahora lo actualizo porque se ajusta perfectamente a la circunstancia.
En mi país, Uruguay, se está apelando a lo que las máximas autoridades han llamado: "libertad responsable". Hoy me lo cuestioné. Es conocida y comentada en nuestra sociedad la transgresión ciudadana; "la viveza criolla". No todos respetan las normas. Éstas están; las Leyes existen. Pero también quiénes no las cumplen.
Podemos apelar a la "libre responsabilidad?. Me temo que no. Creo que se está mirando el árbol sin observar el bosque.
Es mirar y detenerse en las cifras para concluir que no hay fórmula para vencer al COVID; sólo lo podrá mitigar una vacunación masiva para lo cual aún falta un largo trecho.
Al inicio de la Pandemia en el Uruguay nos encerramos literalmente cuando las cifras no llegaban al número 100. Eso fue cambiando. Vino una menor percepción del miedo y de las consecuencias de la propagación del virus. Hoy estamos entre los 10 países con más muertes nuevas por día por Covid 19, mostrando una tendencia ascendente. (Our World in Data).
Horas de escribir aquí; este jueves 8 de abril del 2021 se reportaron 3.674 nuevos casos, 44 fallecimientos . Desde la confirmación de la Pandemia en el Uruguay, hasta el día 7 pasado la enfermedad provocó 1231 personas muertas; esto significa que en lo que llevamos del mes de abril han fallecido más personas que en todo el año 2020. Desde marzo a diciembre del año pasado fallecieron 181 personas. La mayor letalidad se ha dado en los adultos mayores; aunque también se registraron casos en personas jóvenes.
Actualmente hay 28.141 pacientes cursando la enfermedad.
Contundente.
Horror!.
Me detengo en la cifra. Somos un país de algo más de tres millones trescientos mil habitantes.
Comprensible la preocupación y la tibia esperanza de ver "la luz al final del túnel". Con un "virus criminal" como el Covid 19 es hora de hacer "una cuestión de Estado" para salir de la presente crisis.
La fórmula o solución no la tengo. No soy experta. Soy sintiente.
Nueva Zelanda pudo. Por qué nosotros no?
En este divague de ideas y preocupación; "me tocan prendas"; hoy reflexioné: Acaso no está fallando la Comunicación?. Se está informando en forma correcta? El mensaje verdadero de precaución, cuidado, respeto por el prójimo y el cuidado de sí mismo y su familia, el nivel de destrucción del virus, es dado en forma adecuada?. No crean que culpo al mensajero!. No. Así como anteriormente señalé las últimas cifras registradas en el país; me pregunto si el flujo informativo diario con una larga lista de números y estadísticas de todo tipo, no hacen otra cosa que enfriar el sentimiento, poner velo a lo tremendamente humano que hay detrás de esas cifras!.
Escuchamos números y explicaciones científicas. Nos aprendimos de memoria el Protocolo. Nos dieron las recomendaciones. Pero se ha hablado del sentir de un paciente Covid, de los Médicos y todo el cuerpo profesional que los atiende; el dolor de las familias que transitan la incertidumbre. Se logra hacer comprender la dimensión de esta tragedia del Siglo XXI?
Con las múltiples herramientas de comunicación e información hoy existentes, se debería abrir el abanico a otros y disímiles aspectos de este drama planetario.
Hay que dar gracias a aquellas almas que si lo ven, lo sienten, se preocupan y se ocupan para dar un poco de alivio a aquellos semejantes. La solidaridad aparece con "Ollas populares", en Organizaciones de ayuda, y personas que están dispuestas a servir al otro. Es en el drama donde se conoce el valor humano.
En esta sociedad global "del rendimiento" * este virus nos pone a prueba. Una cruel prueba.
No perder la capacidad crítica, observar, sentir que el otro existe, no negar la realidad, es un imperativo impostergable.
* Byung-Chul Han